Amé en aquella mirada lo que había de sospecha. Y el miedo de las cosas tenía en aquel espejo la ilusión de disentir del futuro. Contacto: jrubaz@hotmail.com
Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.
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lunes, 14 de diciembre de 2015
martes, 25 de agosto de 2015
In Situ
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Ícaro |
Sailors fighting in the dance hall
Oh man! Look at those cavemen go
It's the freakiest show
Oh man! Look at those cavemen go
It's the freakiest show
*Todas las fotografías son tomadas por Ícaro, excepto una.
*
Tanto soñó con el sol, tanto... que olvido los árboles.
Tanto soñó con la luna, tanto... que olvido las sombras.
Tanto soñó con las nubes, tanto... que olvido el cielo.
Tanto soñó con la luz, tanto... que olvido el azul.
Tanto soñó con el tiempo, que olvido la arena.
Tanto soñó con la veleta, que olvido el barro.
Tanto soñó con la tez, que olvido el hueso.
Tanto soño con el vil, que olvido la lid.
Tanto monta olvido.
Olvido tanto, que el reloj se desmorona.
Tanto olvido, tanto... que soñó con despertar y un tul siguió roncando.
Tanto tiempo, tanto... que soñó despierta.
Tanto quid, tanto... que soñó sin alba, ni almohada.
Tanto quo, tanto... que soñó de espaldas.
Tanto tiempo, tanto... que despertó bocabajo.
Tanto mecer, tanto... que se meció al brillo, la humildad y la sien.
Tanto mesar, tanto... que se torció la hebra, la hiedra y el laurel.
Tanto esperar, tanto... que se cansó la sonrisa y cayeron, gachas, rendidas las pestañas.
Tanto darse la mano, tanto... que los dedos fueron tomados por las huestes.
Tanto doblar la mano, tanto... que se mesa con el peine de púas férreas.
Tanto dormir despiertos... tanto, que despertamos solos.
Allá, dónde los sueños mueren la vida.
Tanto, que nada es todo.
*
los nueve primeros "olvido" originalmente eran "olvidó"
al gusto. La rescato del baúl del olvido. Tiene gracia.
A vuelapluma este par de años han sido dos décadas.
Y un nuevo mundo. Hermoso donde los haya.
Puro, luchador, corajudo y honesto. Gracias a tu mirada, a tus manos que me ven y sienten tal cual.
La humildad, maravillosa dama.
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Belén B. |
Aquella vieja bicicleta en el desierto de la sonrisa siempre llega donde los pies vuelan y las manos no deberían saber, tan solo a ciegas. Conocer, crecer tras la siguiente pedalada.
Aquella vieja sonrisa, es hoy, ahora.... un tanto quiero, tanto debo, tanto puedo.
Gracias de corazón, es tuyo.
Mis latidos....
lunes, 11 de mayo de 2015
Love Seeds
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Ícaro |
Un día especial de mayo. Un catorce. Dos por delante y tres por detrás. El almanaque del abuelo. Un despertar más....en apariencia como otro día, ya tan especial como otro cualquiera. Esa es la grandeza de la humildad. Una maravilla en pie.
Ojeras de sentidos, agujetas en los recuerdos futuros, atracón de cucharitas y un panal con vistas a les Aigües. Todo colgado. Los cuadros tirados, las cortinas invisibles. Entra la luz hasta... deslumbrar. Las pinturas rendidas. Las sábanas a los pies del cactus, las ojeras sin cascos y los lóbulos enredados. Huele a ciruelas. A muchas ciruelas. A rojinegras cubas donde lo que se aroma recuerda que se pisa firme, sabroso, robusto... creciente. No puedo dejar de oler a ciruelas y a miel, a chorros de miel.
6 am o 7
Ducha fría en el cubil de Street Hot.
Las hormiguillas inquiriendo un tango a lo Bajofondo, o al proyecto de Gotan. Las abejas libando Featherstone de los Paper Kites, o silbando su uuuuu ooooo de Willow tree march . La vieja cafetera con esa maravilla de Pont silbando, sabor a cuna a estas alturas, brutal... el taburete bien quieto y el tarro de Love Seeds, dos por delante, tres por detrás. Escanciado y untándose. Espolvoreando. Mordisco raudo, intenso. Ella con sus lecciones, él con su aprendizaje. El iCat insonoriza. Los besos tostándose, secándose. Los labios relamidos.
Desnudas las sombras juegan al escondite.
La pequeña lámpara de sal tibetana en la esquina al lado de Mr. SoundClound. El faro sin tierras movedizas. Sobre la roca de madera viva. La luz del deslumbre, poderosa hasta la última esquina, hasta el primer resquicio. La entrepierna melosa. Cualquier ángulo. Todo es poro. A corazón abierto.... bocados montaditos. Ambidiestros.
6.30 o 7.30
El secador no deja que Broncho se sacuda el tutututú. Son seiscientos y pico de segundos o un santiamén. El secador da a luz y los cabellos asaltan la toalla que cubre la nada pasajera. Maldita gracia. Suena la séptima alarma. O la octava. La novena.... Dos por delante, tres atrás. Y sus manos de guirnaldas agasajan una obra perfecta: esa belleza taciturna se distingue de perfil. Los Manpön, afrobeat condal, de bolo por el comedor. De liar, las palabras, las hebras, el tabaco, los lametazos. Ella acabándose. El emprendiendo.
7 o 8
La pituitaria se perfuma con la paz. Bastarda incongruencia.. ¿Eh....? Nahhh. Curtida. Trabajada. Aprehendida. De soñada a real. De perdida a plantada en el semillar. Voraz como la luz que juega con los últimos ósculos de este día especialmente cualquiera. O de la última madrugá embutida en el vergel de su vientre. Un pequeño espejo por mirilla. Un peplo por calcetines, una espalda erizada.... y un chorro maná de la fuente lustral... agua fría, mansa y salvaje, tierna y carnal...
Una nube de mimbre por montera. Un lazo sin cremallera. Un nudo desnudo. El índice tachado, el meñique se lo piensa....
Dos por delante, tres que vendrán.
7.30 o 8.30
Él, bajando de el noveno cielo. Mientras ella amasa la coliflor.. sotovocce musita un hasta luego. Después, tras las migas, las piedrecitas como llave maestra cerrarán el párnaso de esa guarida tan secreta con vistas a la nitidez, a la claridad, a lo diáfano, como espatarrante escaparate de sentidos y sentimientos boquiabiertos a la senda del párnaso.... no está tan arriba, caray.
Ni estaba tan lejos.
El ritual elíptico.
La ausencia febril. El vuelco del bandido latido. El acompasado síncope. El vacío dudoso. El agreste quizás.
El semillar se queda solo por un cuarto de día. O por media luna menguante. El sol cabestro.
Suena The mortal boy king.... Él ya no escucha esa delicia.... pero la tararea durante todo el camino, durante todo el santo día. Ella se enseña las palmas de las manos y pinta los pliegues de sus dedos... Juega con los dos corazones. Simetría.
Comienza otro día especial.
Antes eran todos otros cualesquiera, quizás sembrar, regar, libar las Love Seeds.... creó una sombra con sabor a ciruela y textura a barquito de papel. A troquelar lo corriente en extraordinario... lo cotidiano en arte.
Little by little.... todo queda más cerca.
Tan dentro.
Que el aire se deja tocar, amar. Cruzar.
Y las simientes dan a luz.
Dos por delante, tres por detrás.
Love Seeds.
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Ícaro |
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Ícaro |
martes, 5 de febrero de 2013
Ven, fóllame.
Ven, fóllame.
Ven a mí, soy la duermevela.
Ven al jardín donde el alma sueña.
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Fotografía: Pavel Kiselev |
...
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no…
-¿adónde se me ha escapado?
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
Pedro Salinas
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Fotografía: Roger Sonneland |
El fornicio
Te besara en la punta de las pestañas y en los pezones, te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tocara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis, ¿qué más
te dijera por dentro?
¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?
Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar a las esferas
estallantes como Pitágoras, te
lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
parara el sol,
fálicamente mía,
¡te amara!
Gonzalo Rojas
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Fotografía: Igor Amelkovich |
Mujeres
La mujer imposible,
La mujer de dos metros de estatura,
La señora de mármol de Carrara
Que no fuma ni bebe,
La mujer que no quiere desnudarse
Por temor a quedar embarazada,
La vestal intocable
Que no quiere ser madre de familia,
La mujer que respira por la boca,
La mujer que camina
Virgen hacia la cámara nupcial
Pero que reacciona como hombre,
La que se desnudó por simpatía
Porque le encanta la música clásica
La pelirroja que se fue de bruces,
La que sólo se entrega por amor
La doncella que mira con un ojo,
La que sólo se deja poseer
En el diván, al borde del abismo,
La que odia los órganos sexuales,
La que se une sólo con su perro,
La mujer que se hace la dormida
(El marido la alumbra con un fósforo)
La mujer que se entrega porque sí
Porque la soledad, porque el olvido...
La que llegó doncella a la vejez,
La profesora miope,
La secretaria de gafas oscuras,
La señorita pálida de lentes
(Ella no quiere nada con el falo)
Todas estas walkirias
Todas estas matronas respetables
Con sus labios mayores y menores
Terminarán sacándome de quicio.
Nicanor Parra
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Fotografía: Michal Jirasek |
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