Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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viernes, 18 de diciembre de 2015

Naderías....

San Agustín, retrato Philippe de Champaigne






                                 Texto de San Agustín en una postal navideña del siglo IV dC



                                 "Conversad y bromead entre vosotros, servíos bien,
                                 compartid libros de dulces palabras, intercambiad
                                 naderías y procuraros atenciones mutuas".


                                 San Agustín, Obispo de Hipona: Confesiones. Siglo IV











Cuidaros muchísimo y disfrutad de vuestros seres queridos, de las personas que amáis y os aman. Estaré ausente entre dos, tres semanas. Aunque a finales de mes saldrán publicados posts programados. Se acaba otro y empieza el dieciséis. La vida en esencia es puro camino... pura senda.

Que estas fechas tan entrañables, íntimas y abarcantes os den paz y alegría.

Os llevo en mi corazón.

Naderías....





lunes, 14 de diciembre de 2015

Sparklehorse: la chispa de tu brillantez siempre cabalgará


                                                                                    In memorian Mark Linkous




 


La cereza verde de tus uñas romas. 
La roja, madura por morder azuluz.
Y sus dedos largos deshojando las hebras del moño de la abuela natura.
La extensión azabache de la caótica ristra de ajos labiados que penden de un hilo.

Quebrándose.
Arrebujándose.
Las lágrimas de chocolate y ante ese mar que crespa y atempera a esa maldita....béndita espera.
Ante el sofá de rocas y crisantemos, de piedras y flujos.

Reflujo.
Influjo.
Flujo de ambrosía.
Una tarde cualquiera, un círculo de anodinos paseos que no llevan sino hasta alguien.

Irremediablemente, inexorable languidecer.
El firme piso de mesar al rebelde y lacio frenesí.
Una lucha intensa, perseverante, dislocada, vehemente y neonata.
Cada día se nace y deshace.

A cada alba se acicala y adormila las chispas de un chasqueo.
Para regurgitar desde el grito más ópaco y perdido.
Enciendo otro que se consume por su propia bocaza.
Apago, uno más que se desmenuza ante el Norte del Sur.

Persuadir, invadir y redimir.
Ahondar, resabiar y dirimir.
El abstracto y figurante rastro del hechizo.
Altibajos en el desorden.

Del camastro al púlpito.
De la ira al aceite.
De almohadas al escondite.
Del síncope suspendido, al viceversa de la traviesa.

Sopa de gansos y naïfs ronroneos.
Los ladridos en la pared. Lamiendo las uñas que se estiran al delirio del deliquio.
Y ella, jarapa de ensueño, entubada a la letanía.
No te sonará nada y se dejará hacer.

No volverás a entreleer y se mojarán las sábanas.
El sudor es una micción fantasmagórica cuando sin beberlo se quiere.
No cuadrarás los cinco lados.
Siempre hay uno que cojea.

Es lo que tienen los nones.
Cinco en cada mano.
En cada pie el ahinco.
Se correrán las cortinas....

....y los pares, calcetines del ayer.
Zapatos para un mañana.
...y a cada paso, dedos cruzados.
Entre las manos, un solo lazo.
 


Ícaro © 












Hombre

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser -y no ser- eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!


De Ángel fieramente humano. Blas de Otero







Ícaro de Melibea



 





Ícaro



                                         

Ícaro de Melibea



Ícaro