Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Stubborn fight


Ícaro




Del fondo de sus coturnos, ausencia. Apariencia de reina en harapos, nueve calles nuevas y sesenta esquinas dobladas como el pañuelo que nunca sonó. Los cubos de basura con sabor a fresa prensada y piel muerta de hombres que creen ser el sueño de orquídeas de acero, de forja de chillidos colgados de una pared de miel.

Se clava muriéndose. Se cuelga bebiéndose. Se tumba en vida. Se fue, se ha ido, no está y el poder del recuerdo, de la puta presencia no tiene caché.

Cada Melpómene que nace de su venta, la compra de su angustia... en un puñado de años creció la demonia de su recuerdo y sus lágrimas comiéndose los gusanos que le dan de comer.

En la máscara de áquel silencio, atemporalidad.

Sobre la cepa del dolor, briznas de fé, leche negra.

Leche del amanecer, la bebemos en el crepúsculo, leche al anochecer. Negra, poderosa, trágica. La bebemos sin pedir.

Nos da la lengua y nos quita la sed.








Ícaro



Habitando en la alcoba sumisa, las gorgonas de sus falacias desprenden el líquido viscoso, blanquecino que recorren sus muslos de piedras abiertas a la cristalera del sinsentido y aunque se toque.. en silencio le habla a él... ella. Y aunque se corra... convulsa se acerca a sus blasfemias. Y... aunque duerma a conciencia, la consciencia le desvela.

La perra se suelta el collar, el perro es leal. Ladran y se beben. El poder juzga la justicia de la ausencia y se acercan aunque no quieran.

Del fondo de su alma, la coja fé... la coge fiel. La toma, la envuelve y la lanza.

Y el poder, ese absurdo poder del aire se escapa en cada guiño, en cada vahido, en cada alarido.

Leche del amanecer que se regala sin pedir, que se da sin querer.

Las manos son como las veces, se pasan y las caricias... pesan.

Los muslos son como los años, se encanan y se restan de el legado.

Su postura es inconformista, tranquila, pautada y silente.

Y con ellos y sin ella... el trágico poder de haber llegado a las ruinas del muro, allí dónde el polvo disimula el rictus de haber tocado la gloria y alcanzado el final. Dónde cayeron los planes, las esquinas, los poderes ocultos, las paredes ocultas y la luna madre.

Sucede.

Siempre ocurre de igual modo, el trajín escuece y camufla la senda, los detalles, la perspectiva, el espacio, el azuluz, la bilis y el algodón de nubes en forma de sierra y cucharas huecas.

Ahora, Melpómene.... duerme allá donde los sueños se despiertan sin pestañear.

Susurra, susurra, susurra, susurra, no deja de abandonar al murmullo del aire que nadie atrapa y todos quisieran tocar para sí.

Y a ella cuando la negra leche no la confunde sino la encuentra vomita en silencio, sola, acurrucada... mientras le crecen los cabellos inconformistas, los años poderosos se rinden y la quietud se posa bajo sus uñas mordidas de entre sus pechos, ya cansados.

Ahora cuando el poder, ya aburre, consume.... la tragedia no es encontrarle sentido a la vida. Quizás... y sólo quizás.... la tragedia es recordar lo último que supo ver y sentir en sus adentros, de manera natural, de modo que brotó compartiendo un mechón de cabellos sin color, pero con toda la piel de la verdad.

Seguirá sucediendo.

Uno cierra los ojos, y lo ve absolutamente todo.

No se necesita más que una pizca de silencio interior.

Y la paz te perdona para que creas que la leche es negra.

Se deja saciar.

Nos da la lengua y nos quita la sed.










Ícaro

¿Y qué...?


 
Ícaro






¿Y qué si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa hasta la última esperanza?



¿Y qué?



¿Y qué me da a mí, a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?


¿A qué, a qué este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?


Quisiera hablar de la vida.



Pues esto es la vida,
Este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:



 ¿Es qué yo soy? ¿verdad que sí?
¿no es verdad que yo existo
 y no soy la pesadilla de una bestia?. 





Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.


 
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.


Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.
 

Pues eso es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.



Alejandra Pizarnik 







La rueda de la vida (www.ekrfoundation.org)





Añadir leyenda



Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. 

La gente bella no surge de la nada.


La rueda de la vida. Extracto. Elisabeth Kübler-Ross









Es el último libro que escribió Elisabeth Kübler-Ross, que falleció en el año 2004 y fue psiquiatra suizo-estadounidense y una de las expertas mundiales en el tema de la muerte, en ayudar a personas con enfermedades terminales y aplicar los cuidados paliativos necesarios en estos casos. Pionera en el campo de investigación de las experiencias cercanas a la muerte, al punto tal de ser reconocida como una figura de autoridad en la materia.
La Rueda de la Vida es una especie de autobiografía y también el testamento vital de la autora. Comienza describiendo su primera infancia, en su lugar natal, y sigue narrando su juventud y la determinación de estudiar medicina. Luego explica cuáles fueron los hechos que la condujeron a desarrollar su labor, su viaje a Polonia después de la Segunda Guerra Mundial, su matrimonio con un estadounidense y el traslado a los EE.UU., su trabajo con enfermos mentales y su entrada al mundo de la tanatología, disciplina y estudio que ella misma contribuyó a edificar. De este modo este libro viene a trazar una especie de arco que abarca la vida entera de esta maravillosa mujer que aportó al mundo toda su sabiduría y ayudó a miles de familias a través de sus escritos a encontrar consuelo ante la muerte de un ser querido. Sufrió varios ataques de apoplejía que le paralizaron el lado izquierdo, durante el año 1995, en el año 2002 concedió una entrevista donde expresó que estaba preparada para morir.




En el comienzo del libro la autora dice: “Tal vez esta introducción sea de utilidad. Durante años me ha perseguido la mala reputación. La verdad es que me han acosado personas que me consideran la Señora de la Muerte y del Morir. Creen que el haber dedicado más de tres decenios a investigar la muerte y la vida después de la muerte me convierte en experta en el tema. Yo creo que se equivocan. La única realidad incontrovertible de mi trabajo es la importancia de la vida. Siempre digo que la muerte puede ser una de las más grandiosas experiencias de la vida. Si se vive bien cada día, entonces no hay nada que temer. Tal vez éste, que sin duda será mi último libro, aclare esta idea. Es posible que plantee nuevas preguntas e incluso proporcione las respuestas. Desde donde estoy sentada en estos momentos, en la sala de estar llena de flores de mi casa en Scottsdale (Arizona), contemplo mis 70 años de vida y los considero extraordinarios. Cuando era niña, en Suiza, jamás, ni en mis sueños más locos —y eran realmente muy locos—, habría pronosticado que llegaría a ser la famosa autora de Sobre la muerte y los moribundos, una obra cuya exploración del último tránsito de la vida me situó en el centro de una polémica médica y teológica. Jamás me habría imaginado que después me pasaría el resto de la vida explicando que la muerte no existe”.








Nuestros miedos no evitan la muerte, frenan la vida.




Taberneros

Ícaro






Puedes ver que a duras penas logro mantenerme entero 
puedes ver que lo que hice ya, no puedo deshacerlo 
yo creí que lo nuestro era infinito como la arena 
ahora se que lo único inagotable es, esta insoportable pena. 

Ya se fue mi amor lo sentí marchar 
esta noche me voy a emborrachar 
voy a emborrachar, lo sentí marchar 
ya se fue mi amor, ya no volverá. 

Quisiera y no quisiera, son dos cosas diferentes 
quisiera que me quisieras 
y yo no quisiera quererte 
pero en vida no suele ocurrir lo que uno quiere que ocurra 
y tu te fuiste detestándome y yo 
hoy te quiero mas que nunca. 

Ya se fue mi amor lo sentí marchar 
esta noche me voy a emborrachar 
voy a emborrachar, lo sentí marchar 
ya se fue mi amor, ya no volverá. 

Hoy soñé que te tenia otra vez entre mis brazos 
de saber que no era mas que un sueño, no me habría despertado 
así que si hoy amaneces, y los pies te están doliendo 
es porque estuviste toda la noche caminando por mis sueños... 

Ya se fue mi amor lo sentí marchar 
esta noche me voy a emborrachar 
voy a emborrachar, lo sentí marchar 
ya se fue mi amor, ya no volverá. 

Tengo ya que despedirme 
porque las fuerzas me fallan 
y las pocas que me quedan 
son para curar mi alma 
que enfermo cuando perdí 
lo más precioso que tuve 
dime pensaras solamente un poco en mi 
cuando mires El Mondúver. 

Ya se fue mi amor lo sentí marchar 
esta noche me voy a emborrachar 
voy a emborrachar, lo sentí marchar 
ya se fue mi amor, ya no volverá. 

Si dices dame tu corazón 
me lo arranco y te lo doy 
pero yo digo amor quédate 
y tu me respondes me voy, me voy, me voy.



*





* "La leyenda del espantapájaros" de Marco Besas y con la animación de Carlos Lascano.
https://www.youtube.com/watch?v=57G-kkaU2h8

Mary and Max (2009)











jueves, 17 de septiembre de 2015

Alharacas y zarabandas

 
David Rabinowitz










Me estaba construyendo un olvido de laurel.

Con remos de otras vidas.

Y popa de pompas. Proa de contras.

....pero siempre, siempre....aparece un iris, que varea y tercia lo que las ondas esconden.

Sotovocce, existen susurros incontestables.

Y ahora, cuando la guinda caduca me regalas un guiño de finísima porcelana.

Sabes que donde vivo no existen farmacias guarida, ni veterinarios del corazón.

Demasiado peso para seis manos y veinte dedos.

La conciencia es una obsesa mórbida. Una cuchilla infesta y caliente. Saja mientras zurze.

Y a mi pecho, ya, no le intimida otra más.

La herida es bella.

Sabía que no lo entenderías.

La lógica es una mordaza ingobernable.

Echa humo por sus ojos, llamas por la boca y sudor por el descosido mientras late.

No padezcas. Ni me compadezcas.

Ando, luego existo, mientras desenredo el entuerto de no saber si mirar hacía allá o hasta nunca.

Es ilógico, pero aún así me desvendo.

Ni me quedan pestañas paticortas, ni párpados desgüace.

Entiendo que tu barro huya y se enclaustre entre las nubes verdes donde el azabache construye.

Que ni aunque lloviera el resto de nuestras vidas, sentiré labios más secos que esa yerma caricia.

Algo se nos muere, cuando el anhelo olvida las llaves.

Por cierto, la camelia que mira a la calle está encharcada.

Deja que el pétalo baje las persianas.

El azul es tosco y previsible, anunciaban tormenta. 

Y al pétalo del suelo... sólo les separa un lamento. Las velas se dejaron el aire y tus manos la ventana de par en par.

Soplamos. 

Alharacas mudas, zarabandas cojas destiñen lo que no supimos escribir con los pasos que se prometieron aquellas viejas palabras.

La gran mueca del destino.


  







No te (lo) creas




Fotografía: Ícaro







Nicanor Parra, premio Cervantes 2011, creador de la antipoesía, sistema poético de profunda raíz popular, que a través del humor, la exploración lúdica, coloquial y desenfadada del lenguaje, busca una comunicación activa con el lector, para hacerlo partícipe de los temas que le interesan: el eros, la muerte, la religión, la política, la ecología y la propia poesía.
  Figura artística creada por Pedro Núñez, que mostrará los poemas del autor como obras de arte, y para la cual ha recuperado el recurso de las tarjetas postales, que fue utilizado por Parra por primera vez en su obra “Artefactos” (1972).





Switch

...







El/la Switch...transita, entreabre, concede; entre el rol sumiso y el rol dominante, existen ligaduras y no hablo precisamente de ataduras, grilletes, atamientos, mordazas, ni siquiera del mercurio de la adrenalina.... me refiero a esos lazos que no pueden controlarse.... los sentimientos. El sumiso odia y asume, el placebo se destruye entre la queratina de la herida lamida y como se pondera lo que se inflinge.... el hacedor, el amo interpreta perfectamente su investidura y doblega la catarsis como enfrentamiento entre el poder donado y el regalo de la servidumbre. El gran juego secreto es interpretar y alternar las órdenes y la gracia; la súplica y el sometimiento.

Un/a perfect@ switch es quien asume con naturalidad y perfeccionamiento esos roles desde donde el dolor físico se canaliza hacía un conocimiento mental..... la adrenalina se infla hasta degradar al dolor en un placer extrañamente controlado cuando se procede al intercambio de papeles, al onírico y orgásmico nirvana que sólo la armonía del dueto mente-cuerpo, cuerpo-mente acometen.

Juegos de inmovilidad y atamientos, escatológicas pinzas y travestismo en la privacidad del rol escenificado otorgan un atenuante, un alter ego donde el sexo olvida su condición de poseidón.

Alcanzar ese grado de libertad no precisa que estés sometiendo, ni asumiendo.

Entre la atadura y la inmovilidad existe un desfiladero donde la libertad se descubre y postra ante la confianza, la complicidad y la hechura del hacer sin tener que darnos explicaciones confidentes o preguntarnos porques sistemáticamente.

El verdadero poder es influir o modificar la conducta de quien comparte dichos juegos.

El verdadero poder es que te aten y que liberen la mente. Tu cuerpo no deja de ser un mero trapo al compás del viento del susurro.

La entrega no es una disciplina. La disciplina es la verdadera entrega inmaterial de lo que se desea poseer y lo que nos dejan creer que poseemos.

Cuestión de principios finales.




                                 




Las catedrales se dejaron construir como cunas y nidos, como anidas y acunas... como encuentro furtivo donde el silencio es el gran pasante y paseador..., morada indómita de la fé en nosotros mismos y en el látigo del día a noche... templos de almas apologéticas y necesitadas del transpirar... codo con codo... mirada en mirada... mano a mano....

Se dejaron hacer.

Y algunos troquelamos ladrillos invisibles.

Saben, sabemos, esperar.

Fotografía  Ícaro

Canada dry







Sé que me acordaré de un cielo raso
donde las manchas de humedad eran un gato, un número, una mano cortada.

Sé que me acordaré del ruido
de un water en alguna habitación lejana del hotel,
su triste catarata de bolsillo, su inevitable recurrencia.

Chaçun ses madeleines, chaçun ses Albertines

Serás por siempre imán de imágenes,
las más turbias y vanas me traerás con el gesto
que en la caliente oscuridad del cuarto
era encender los cigarrillos del hartazgo,
ver asomar nuestros desnudos cuerpos flanco a flanco,
Las más pequeñas turbias cosas,
una uña lastimada que te dolía tanto, el triste
rito de ir a lavarte y regresar, las servidumbres.

Tan sólo compartimos los bares y las calles
antes de amarnos contra tres espejos:
¿qué más podría darme tu recuerdo?

Pero yo sé guardar y usar lo triste y lo barato
en el mismo bolsillo donde llevo esta vida
que ilustrará las biografías.

Ve, pequeño fantasma,
el baño está ahí al lado,
yo fumaré esperándote
empezaremos otra vez. 

El cielo raso
dibuja un gato, un número, una mano cortada.


Julio Cortázar




                                                   

                                                                 Tú dices hasta aquí llegué y estuvo bien 
                                                                             Pero no te mueves del lugar 
                                                                                    Yo llego a la de tres 
                                                                                      Empezaré a correr 
                                                                             Pero olvido que no sé contar



Los Nibelungos: La muerte de Sigfrido (1924) I Parte


















martes, 8 de septiembre de 2015

Gòtic


Ícaro














Todas las fotografías están tomadas por Ícaro excepto una.













Hugo R.






















-Ya sabes. Escribo cuando se me comen las lágrimas, la puta pena o los dichosos nervios. O la angustia, esa celosa y glotona cocinera.
-¿ Entonces... ?
-Nada que decir.
-Pues ni lo pienses, ni lo escribas, ni te lo digas.
-¿ Callo... ?
-Por supuesto, errático.
-Cogeré la bicicleta.
-Cógela.
-Ella sin tus pies no es nadie. Y tú, sin ella no eres nada.

-...
-Tiene arte que la mayor de las pequeñas sea aquella que acabe donde sólo empieza la única.
-¿ La rueda... ?
-No, el manillar.
-¿ Entonces es él ?
-No, es ella... la codicia.



















 

El secreto de sus ojos, cerrados


Aquellosquesperan.org (Obra Social La Caixa, Caixa Forum Set.'15) Montaje y fotografía Ícaro



Ícaro




Fotografía Ícaro




Ando oscuro, como el pan que se da con la boca y se hace con los pies.

Estoy algo sucio, prendado de fango y recién lavado. Sólo con agua. Como la leche agria que corta las venas de los cabellos y se cuela por el deliquio de entre las uñas, la que no deja de escocer por donde atraviesa, resbala y funde frutas rojas, frutos azules.

Tumbado como un perro vagamundo que trota en círculos alrededor de ninguna parte, intentando reencontrar el rastro donde la inspiración te vuelve a cortar las malas costumbres, te convulsiona y te precipita....sin alas, ni red; sin tumba, ni excusa. Sin cuna, ni nuncas.

Luego ando, y muero al paso. Maldita la gracia. Gracias.

Llevo días en el trance de ese charco mugriento y reluciente, donde se reboza la sarna y el silencio adiestra, percute, reta. Y a gusto, adrede, a muerte inspiracional huelo... puerco y jumento, castrado y plegado. Como áquel libro que cría polvo y muerde al lomo. Tomo, peso y leso. Y ando, luego muero. Y muerto, me nazco.

Renazco.

Montañas de garabatos y un túnel en el tiempo. Sin puentes. No exento de lastre. Las nubes empiezan a colgarse, el cielo a estrangularme, la redada del laberinto me sugiere, pero nada me incita...... o casi, para ser ecuánimes, casi nada. Para y por ser justo, ya no prejuzgo; para ser justos.....hace unos días, me confesé en esa capilla, ardiente. Y que huyan, y que migren; los designios son ingratos como aquellos gatos que al can lo engatusan para apolillar sus uñas romas, cazadoras y cazadas. Fauna de calles, y el domador....cualquier esquinero malnacido. Sine die.

Me río.....quien quiera peces que se moje el culo. Me descojono, quien quiera mojárselo que escape del acuario urbano. Del imaginario, de lo virtual. Cuarzo y hambruna. Y que guarde silencio quien cría piedras y escupe a su cieo.

Frutas. Rojas. Azules.

Manzanas podridas. Con gusanas y lombrices, entre avispas y peras. Almíbar. Que los gusanos y el lombriz, el aviespero y el peral se pintan como la mona, de seda, de azul.

Frutas rojas, prohibidas. Recién lavadas, recién lloradas, recién llovidas.... nacidas. Pero rojas, rosadas, amelocotonadas, aterciopeladas, crujientes, carnales. Rojiazul. Todo en regla. Como la vírgen, como la norma que delimita y desgaja a la cromática y camaleónica ponzoña que crucifica las artes del espíritu arrepentidamente pusilánime, dueño de una obsesión, que se moldea y transgrede al antojo y el capricho de quien justifica un fin..... que se hace camino al volar. Y al volar, la vista atrás se despeina, se entreceja, se amilana y acobarda. Manda guasa, las gasas....del Cavall Fort y de Norman Foster. Los diseños, son naturales abalorios.......y ellas, son dueñas de la naturalidad, de la ternura, del desboque.

El juego de la capilla, era ladino.

Al principio, una mosca.

Una luciérnaga, una pulga prodigiosa.

Ellas son fosforescentes, porque se alumbran cuando se nacieron, cuando se descubrieron, cuando amándose se iluminaron todos sus ojos ocultos. Dos.

Una, recién desvirgada, porque en cuanto su cuerpo se bautizó las cerezas, las fresas, las guindas, los nísperos y las guirnaldas se cubrieron de la gloria de un tul tan escondido como compulsivo allende donde lo encubierto procura y corteja, seduce y erupta.

La otra sacerdotisa, por como tras su aurea de aparente fragilidad, bisoñez e inhibición se despluma el gran pavo real de su arte, y mientras algunos pintaban bastos, ella le otorgó al gran perro verde de una sesión de cuevas secretas, de jardines colgantes, de formas dilatadas y juguetes mayúsculos.


Ellas poseen un reto, flagante, decisivo. Se han nacido y descubierto y la mala es buena, y la buena ahora tan mala como la que se escondía tras aquellos ojazos de traiciones primorosas.

Una danza de espejos.









Unas cortinas corridas, muy bien corridas. Sin grilletes y desposadas.

El desorden me asalta y me fascina, el caos me implora y que lo enculen las normas, las reglas y la vírgen ciega. O me.

La capilla, ardiente se escapa a aquellos que creen que los bulos corren, que los murmullos crean doctrina, que la inercia....disecciona y con su herradura: marca, muesquea y enjutos ceban.

Pécoras, pécoras........ divinas pécoras.

El juego del jugo es rojo. El zumo, zurrapas...melaza....aprendizazul.

Y una, la buenamala, crece; y la otra, la malabuena, se doctora.

¿Estás enfermo, enferma del alma...?, pues que te emperre, que te emperren....que te dancen y crucifiquen.

No creas que marcar un número es el antídoto. Nah. Nt, nt.

El olvido es a ceros.

El secreto, el oculto....es el guión donde ellas entran en juego.

.....Ando tan encontrado, como aquel niño angustiado en una fiesta de gigantes. Me quiero perder entre faldas y vuelos, entre nalgas pétreas y estampidas aladinas. D´nde la bruja de los Xiquets me llueva y no deje de preñarme de sus gotas. Viscosas. Con la mirada. Fundirme. Al molde. Al lento, fuego.

Ando con la capilla, ardiente, a cuestas como la coraza de una nueva tortuga voladora que se sacia de agua maternal. De leche materna, nodriza de aquella enquistada sinrazón.

Existen sensaciones imperturbables. Y con ellas, tras aquellas cortinas, con mucha fruta roja, recién llovida, llorada....recién nacida redescubrí áquel momentum donde la virginidad pide silencio. Y el azul de su mirada se clavó en mi cerviz.

Casi sin palabras, sólo con sonidos se perciben los verdaderos placeres escondidamente honestos, puros.

Tras la última cena y bajo la banqueta, plegado y bien doblado, entre las dos dejé un trozo de papel sucio, arrugado, perfumado.....cuatro letras:

El juego no es para quien de vosotras, lo quiera. Sólo para quien de vosotras, verdaderamente le encuentre sentido.

Por dentro el hueso.......se chupa, se lame y nunca se deja de desear. Se protege, se mima, se llueve, se poda y se apoda....

Jamás.

Y ella se dejaba contemplar.

Admirar.

El secreto de sus ojos, cerrados.



Ícaro



Sebastián Liste

Sebastián Liste









Sebastián Liste es un fotógrafo levantino (nacido en 1985 en Alicante, actualmente reside en Río de Janeiro, Brasil) que, sociólogo de formación, se comunica mediante fotografías. Actualmente es uno de los jóvenes fotorreporteros mejor valorados y más premiados de España. 

http://lab.rtve.es/fotografos-world-press-photo-2013/sebastian-liste.html



Biografía

Sebastián Liste es licenciado en Sociología en la UNED e hizo un master en Fotoperiodismo en laUniversidad Autónoma de Barcelona. Trabaja los variados aspectos de la vida contemporánea en América Latina y en el área mediterránea, regiones donde se crió y que conoce bien. En la actualidad vive entre Brasil y España.
Para cuando Sebastián terminó sus estudios universitarios, había visitado ya más de 20 países, entre ellos Laos, Etiopía, México, Malí, Cuba o Nepal, donde creó proyectos de comunicación visual basados en un conocimiento profundo de la realidad social.
En sus proyectos a largo plazo explora los cambios culturales que se producen en nuestro mundo contemporáneo. Sus historias personales e íntimas fluctúan desde la documentación de la vida cotidiana de diversas comunidades que luchan por sobrevivir hasta la historia de su propia familia.
En 2010, mientras asistía al Máster en Fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, ​​que ganó la beca Ian Parry por su proyecto a largo plazo Urban Quilombo, que retrata las condiciones de vida extrema de decenas de familias que convirtieron una fábrica de chocolate abandonada en su hogar, en Salvador de Bahía, Brasil. Ese mismo año fue nombrado el fotógrafo editorial joven del año en los Premios Lucie en Nueva York.
Desde entonces, su trabajo ha aparecido en TIME Magazine, The Sunday Times Magazine, Burn Magazine, L’Expresso, Japan Days, Photo District News, Private Photo Review, The British Journal of Photography, Daylight Magazine, GUP Magazine y Hotshoe Magazine, entre otras publicaciones.

Su obra ha sido reconocida internacionalmente por POYi, The Overseas Press Club of America, Sony World Photography Organisation, NPPA, Lucie Awards, PDN Photo Annual, Paris PX3, Anthropographia Human Rights Award, Daylight/CDS Awards, CENTER Awards, Freelens Awards, The PGB Awards, Renaissance Prize, Terry O’Neill Award y otros.
En 2011 fue seleccionado para participar en la 18th World Press Photo Joop Swart Masterclass en Ámsterdam. Y recientemente, en el 2012, ha ganado el Premio Remi Award Ochlik en Perpiñán, elCommunity Awareness Award  en POYi, ha sido elegido uno de los 30 fotógrafos de PDN 30, y ha recibido una Mención en el Olivier Rebbot Award. Además, ha obtenido una beca Magnum Emergency Fund Grant y un Getty Grant for Editorial Photography para desarrollar su nuevo proyecto en la Amazonia brasileña.
Su trabajo ha sido expuesto por todo el mundo, y sólo en el 2012 su obra se ha mostrado en Visa pour l’Image (Francia), Look3 Festival of the Photograph (EEUU), ImageSingulieres Festival (Francia),Galerie de l’Instant (Francia), Lumix Festival for Young Photojournalism (Alemania), Festival Fotoleggendo (Italia) y en el festival SCAN en Tarragona.
Su obra forma parte de la colección permanente de la Fundación Sorique, en Lleida, y de la Maison de l´Image Documental en Sete, Francia.
Sebastian Liste es desde 2014 miembro de la agencia NOOR.
















Sebastián Liste
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"UrBAN QUILOMBO"


fotos tomadas en salvador de bahía, brazil (2010-2011)
http://www.poyi.org/69/46/winner_36.php