Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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martes, 31 de diciembre de 2013

Se nos acaba otro


Darius Kilmzak




y nace una nueva noche de esperanza, lucha y fé.

Gracias al non por alcanzar el súmmum.

Lo que más amo... en paz, lo que más quiero... adormilado y el deseo... a buen recaudo.

Gracias al par por dejarme creer que crear es vencer.

Y gracias a tus ojazos, a ese faro que me alumbra, cobija y serena desde hace no sé cuántos unos.

Se nos acaba otro.

Pero ha sido tan hermoso.

Y empieza el siguiente.

III d.A.

Y lo será....



martes, 1 de octubre de 2013

Erratic diary II

Marcin Sacha










100




Noche de gatos perros y gatas perras.

De riguroso y lacrado cuero. Maullándose los ladridos, mientras los tobillos juegan en el corral.

Y así, mientras el hummus fermenta, se lamen los lunares los truenos a sol antico.

Mientras, el vástago cena a la derecha del collar, la madresueñaselva se desprende de gasas y jarras límpidas.

Gustas.

Gustas y te relames.

Y en la cleopatra mirada de puerca encelada, la sutileza del cutis se deja el malva y las agallas.

Ladras.

Nunca dejas de ladrarme.

El gato entre la carótida y el violín.

Jambre.

Nunca dejamos de abraperrearnos.















96



Pezoneras y la vergada de nalgas fustigó al liláceo ossobuco que se trincha con los nudillos en círculos y en pausa.

Repeat all.

Pezoneras.

Dormían bajo la piel rosa de la hiedra. 

Y despertaron.

Primero un verano non. Luego un invierno al punto.

Y turgentes, relucientes, eléctricos se disputaban el honor de ser más sensibles, vehementes, puercos y cortesanos.

Siempre se vanaglorió el izquierdo de ser más diestro.

Aunque el derecho por henchido y retozón daba más al tallo. Que no la talla.

Las debilidades son incoherentes.

Adoramos al gas noble.

Aunque esa pezonera, carne magra y húmeda donde las haya, se ensalsa, se turba al sólo roce del recuerdo del sabo. Y es que el sabo es pegajoso, visceral, sediento.... y la saliva dama, coqueta y agridulce.

El esputo lo aclaró.

Ponte bocabajo, de espaldas y espútame donde la pezonera alisa pliegues y hace la raya a la seda rebelde.

Puedes tocarte. 

Tocarte y comprobar si tus labios se muerden por la saliva puritana o por el cerdo sabo. Al mador o al sudor, poco les importa.

Siempre prefieres chuparte el pulgar.

Querencia... por esa hermosa pezonera.












95




Nada es perfecto.

Nadie es imperfecto.

Sólo el trance.

Perfecto, por el encaje, la sinergia, la simplicidad y la generosidad. No espera, ni desespera.

Por su pureza.

Imperfecto, por la gula, el anhelo, el eco y lo cóncavo. Por su trono.

Nada es eterno.

Nadie es olvido.

Sólo el trance.

Eterno, por que no mide el tiempo, ni mengüa al espacio; no peina muñecas ni desnuda nucas. 
No viste santos, ni desahoga la leche en la sange, para deliquio del ego.

Olvido, por que parece que no existe. Pero es y está. Por que parece que no arriba, y aprende, 
siembra. Como el tacto de la piel de melocotón en los huesos del alma.

Nada es mentira.

Nadie es verdad.

Sólo el trance.

Mentira, por que nace cada noche, y muere en la duermevela del conticinio de tus ojos arco iris.

Verdad, por que crees que la mentira reconoce lo que las palabras por inventar acallan en su 
verdad.

Nada es dolor.

Nadie es amor.

Sólo el trance.

Dolor, por que el amor no es de nadie y está en todo, en todos.

Amor, por que el dolor es de todos y no tiene padre. Por que su angustia es la madre del amor.

Nada es de nadie.

Nadie es de nada.

Sólo el trance.

De nada, por que nadie está sin ser.

De nadie, por que la posesión es nada.

Nada es orgamo.

Nadie es místico.

Sólo el trance.

Orgasmo, por que hasta que no se entienda y sienta la mitad de la mitad de la mitad... con tan pocas 
palabras, como con tantos gestos, todos; el placer no se convertirá en el pájaro errante que anida
en el corazón de tus labiox, en la rama de tu lengua.

Místico, por que dos es uno, y uno en dos.

Sólo el trance de tus ojos en la mirada del porvenir forja el camino de la vida tranquilla.

Sólo y desde aquella primera vez sentí que se puede, y se debe, crecer para que el amor sea 
un místico orgasmo cotidiano. Nocturno.

Desde el primer uno, dieciséis doses.

Sólo alcancé la paz, cuando el perfume de tus pestañas rizadas desencadenó lo que dormía 
hacia demasiado tiempo en el cofre oxidado de los miedos.

Ahora reluce.













sábado, 28 de septiembre de 2013

Erratic diary I






111


La diagonal perfecta se convierte en un globo sonda. Del "suma" y sigue, el Hilton pide la hora para cenar en Trevi. Los zapatos en el banco. Mustela en los párpados. Y el rictus desangelado. Es una época madura. Casi mística. Se adivinan pocas piedras y todo guijarros. Ninguna miga y el mantel liso, aterciopelado, oval. 

Las manos a la vera, entre el aire y el espacio.

Necesario.













104


Chesterfield le susurra a Winston: "Fúmate la agonía. Bébete la lucha. Desarma a la impaciencia. Hilvana sábanas de mariposas."

Winston, asiente sin trajinar palabra.

Chester, desboca un papelillo y ciñe la vitola. Se sienta sobre el paquete enguruñado. Y pellizca el pitón de la boquilla.

Winston, se mira los pezones.

Chester, sonríe.

Entre ellos hay cuatro palmos de aire y un olor indecible.

Winston, ayurvédicamente uncido se frota las cicatrices mientras rompe con la mirada los ceros a la izquierda que Chester bocanea.

Luz cálida.

Dos ambientes.

Ni una sola palabra. "Paque"...

Y en esa errática situación.

Los dos toman el plástico que da sustento al orden. Al desfiladero del desgüace.

Winston toma su codo, se rasca y huyendo de miradas sostenidas, sucumbe.

Chester sorprendido alza la ceja y le guiña un clic de mechero.

El cenicero arde. Y el humo les dispersa.

"1.30 Tot ok".

Ayu, se "descongoja".












103


Kosta Boda no vive en el fulgor, ni es intocable.

Si se cae, se rompe.

Si se roza, enmudece.

Si se lesa, sangra.

Si se recrudece, el monstruo del frío hielo derrite sus alas de vidrio, y frágil, tan frágil que un suspiro las arropa hasta 1742.

Kosta Boda no mora en Chuchelandia.

Las zarzas, el camino, el cortafuegos, el charco y las llaves maestras están dentro.

Y mientras se relamen las ganas, el plato sucio hace juego con los vasos.

Knarra oscurece y Norman dió con la clave:

Difumina. Difumina. Difumina.

A contraluz.












lunes, 17 de junio de 2013

A la Ícara sombra que se enterró

Fotografía: Vlad Khodsky


Rescatando del dos mil nueve un farol sin reflujo, el faro de hoy me saca la sonrisa de cuajo. Qué hermosa es la perspectiva cuando de la lucha nace la eterna paz. Cuando desde la quietud las amapolas de Kierkegaard se enraizan a la veleta de Voltaire.

El quebrantahuesos del oropel, es ahora un templo en Siria.





"Y para que conste en acta, cómprate una rodilleras, un babero y trombocid.

Dedicado al Ícaro que adquirió en las rebabas un metro cuadrado de círculos angulosos, juego al snooker sobre un tapete ondulado, mientras la montaña rusa se fuma la vitola de su inconsciencia. 

Después de tres semanas de un chavo sin rupias, y de dos con un billete de dos euros a medias con el destino... insisto, siempre insisto.

Me he divorciado del claroscuro. Me han divorciado, vaya, estaba durmiendo mientras la oscuridad me enculaba a traición. Es una sintonía con el mal del norte. Donde las ángulas desovan liendres y las heces, veces.

En fin....el sur, escuece.

....Ando xylumeado, en estado catatónico.... tres días al pleno sol, zasca...... te conserva y enlata el par de neuronas que quedan libres, si algo queda ya libre a la brújularota del sosiego.


HuidobroL "Señora hay muchos pájaros en su piano."

Ando promiscuo, cerdo piara; coleteo rítmicamente como los dildos de pilas a manivelas. Salto niño, béndita la mueca. Vuelo raso, que las alturas me dejan calvo de consortes y huérfano de padres, las nubes. Claro.


Y oscuro....ando ahogando al cielito lindo, al camelo de serrín, al infausto cabrón que inventó los calendarios de siete noches. Al infinito remilgado, al lameteo arisco, al jabón que pica, a la ardilla que se las pela, al que se la casca con papel de fumar y al que se le encoge con celofán, o sea una torrija de agua pura, de putas aguas seglares....donde el nudismo anida con aftersun en lo más noble que todo hombre cuelga.... el corazón (Coraza endémica que se acrecenta a lo largo de las visitas al diván de doña cordura).

Son síntomas de lo descerebrado que cojea el mundo. Ahá, ese pañuelo de seda agusanado, con puntas romas y cielo redentor, que te parte el culo de la risa y las nalgas del dolor.

El entresijo es hábil.

Las comas, deshonestas.

El punto y final, febril. Cuarenta grados a la sombra, que el noventa y seis te duermee, y los dieciocho son vómitos a destajo. El santo cerdo, Job, y su hermano Caí....aha, caí, caigo y caeré... y quien no se caiga que levante sus rodillas, malditos bandidos de pecados en silencio....

.. Sigo en la rebeldía mientras los agujeros de los bolsillos aguanten el tirón, que de libros va servida y de sepia rehogada, refrita y empachada.... Sólo comí carne magra, muy magra, muy tierna...muy poco pasada, nada hecha. Que las escuelas abren de noche, mientras los farolillos alumbran a sombras vagabundas, pécoras y nauseabundas....

Y el terrible asunto es que en esta telaraña de Barcelona, me apetecía comer sobre un parquet ignifugo......remember, remake y encuadre.

Flash.


La fidelidad como las canalladas no precisan de bisturí, sólo una cuchara y sírvase bien frrrrría.

La sopa, claro. (No pienses, en la traición; ésta es una dama tan aburguesada como aburrida, frígida de los cojones).


El agüacero de su desvirgada vida, se me meó (literal) en todo el plexo. Dicen que la tramuntana no avisa, cubre y micciona.

Abro la puerta.
Ella me esperaba dentro.
Yo la sacudía en las afueras.
Tacón empire state.
Cabellos sueltos.
Feromonas entregados.
Juego de espejos.
Miradas turbias.
Parcos en palabras.
Respiraciones pelvianas.
Dueto en todo el entuerto.
Te conozco. Me conoces.
Bolso y maletas al suelo.
Burbujas del champán idas.
Frenesí en las horas perdidas de las muñecas.
Saliva chiclé.
Dedos descubridores.
Rodillas a tierra.
A cuatro patas la vida.
De pompa, el jabón.
Los móvieles suenan. Las nubes se levantan.
La calor se ceba. El calor se ciega.
El sudor se friega. "La" sudor se niega.

Todo es puro fervor.
Me muestra el puzzle del coxis.
La llave maestra, encaja.
No hace falta aceite.
Hierve la humedad.
Degluta y erupta.
Degluto y blasfemo.
Quebramos, rompemos un maldito espejo.
Cortinas por los suelos.
Me confieso y me insulta.
Le confieso y se emperra.
Me conoces. Te conozco.
Y quééééééé. Shhhhhs.
No existe el agua.
Empieza a llover y las garras de la lechuza empolvan la frente.
La nuca adiestrada, sumisa, se rinde.
Y el juego empieza.
El resto es un punto de sal.



Me encanta no deberme a nada, a nadie.
No quiero enamorarme de la luz del día.

Quiero morirme cuando la noche llega y se deja dormir en la eternidad.

Es tan hermoso contemplar como un volcán rosado nieva donde no llegan las manos, y como asoma la pasión en los lugares más insospechados....


El punto de sangre viciosamente complaciente.

No digas que es vicio.

Es la vida, el hedén de los putanescos."


No era vida, fue un sueño. Un mal sueño.

Y en su despertar más inoportuno, me encontré de bruces a doña vida.

Un placer.

¿Nos conocemos....?







lunes, 10 de junio de 2013

En el insomnio





"El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vuelta, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciente un cigarro. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz, pero no puede dormirse. Despierta al amigo de al lado y le confia que no se puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que enseguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revólver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente".

Virgilio Piñera (Cuba, 1912-1979)




Cuentos breves y extraordinarios
Jorge Luis Borges & Adolfo Bioy Casares




La cena es a las seis. Yo soy el camarero.

Jan Saudek





Esta soledad
                             para Juan (regalo)
                                                   c. 1980



esta soledad es hija de una altura equivocada
yo tengo el vicio del cielo
soy el único propietario
del aire huesudo y de los pájaros fáciles

los huesos azules del cielo
forman un espacio largo y delgado
y se quiebran en tormenta
y bajan en agua
para acabar en lápida sin nombre

el rojo de mis manos es un misterio
porque brota de ríos blancos que se inclinan como lápidas

a través de la tela metálica
cabizbaja la mala hierba roba el principio del otoño

en otoño los ladrones de cielo
llevan silencio en el pico y tumba en las alas

me agarro a la tela metálica
y no tengo dinero

las mujeres redondas siempre tienen dinero
pero cuando miran hacia lo alto para celebrar una cama nueva
alguien impide el cielo con una navaja de aire
me agarro a la tela metálica
y no tengo mujer redonda

yo tengo el vicio del cielo porque tengo miedo
Porque soy cobarde

mujer entera no puedo darte nada plancha mi tormenta

LA CENA ES A LAS 6.
YO SOY EL CAMARERO.


Pedro Casariego






Gilles Vranckx










domingo, 9 de junio de 2013

"Cojer, drogarme y escribir...."








Revista “El Cazador” Nº1 – Octubre 1992 

José Sbarra 

COJER, DROGARME Y ESCRIBIR 

Lo conocí en el hospital de los artistas, en ese hotel-nosocomio sito en la calle Defensa entre Brasil y Garay, por donde han pasado las desgraciadas y decadentes vidas de tantos amigos nuestros. Estaba atravesado al ángulo de la pared como un audio de heroína. Le tomé odio al tipo. Un algodón en el piso y el aura de Marc, la sucia rata que lo rodeaba en aquella época. Hace poco lo volví a conocer y me bastó un comentario que hizo sobre la muerte de un amigo para darme cuenta que el tipo era un tipo, me gustara o no. Es homosexual, algo frívolo y también denso. Pero muy querible y sobre todo: esta apasionadamente vivo. 

- ¿”Plástico cruel” es literatura para homosexuales? 
- No. Todo lo que escribo lo hago desde lo heterosexual. Porque todos los homosexuales estamos acostumbrados a leer Romeo y Julieta y traducirlo a nuestros códigos, no me interesa obligar al lector heterosexual a decodificar nuestro lenguaje. Escribí Plástico cruel para demostrar que no existe el amor. Que el amor es cultural, que la vida es sexo, que en el sexo estaba todo claro y no lo conseguí. Todo lo contrario, mi pareja se apoyaba en mi hombro y me decía “si ponés tantas conchas y tantas vergas nunca vas a ser un escritor reconocido”. Era un acto de amor. Pero se me estaba yendo, él me quería dejar y yo me daba cuenta y no soportaba no ser el mejor del mundo para él, estaba desesperadamente enamorado. Estaba enamorado. La gente cree haber amado, pero no les pasa, se mueren sin conocer el amor. Yo casi lo mato. Me tuve que ir a Madrid. No soportaba que cojiera con otros. Con ese pibe tuve los celos más grandes de mi vida. Lo llamo por teléfono un día y le digo que me voy a ver a mi abogado, le miento, me voy a una orgía. Seis o siete tipos cojiendo. Hay un tipo que me la está chupando y yo lo llamo por teléfono a él… ¡Para ver si estaba solo o si estaba con alguien! 
- ¿Tuviste una vida sexual intensa, promiscua? 
- He hecho de todo. He vivido prácticamente de prostituto, fui prostituto de hombre y mujeres hasta los 25 años y no tengo una verga de dos metros ni mucho menos y sin embargo he competido con tipos “súper” que hasta traían modelos de los Estados Unidos. Lo que pasa es que yo en aquella época hacia tarifas especiales, servicios especiales: yo pegaba, meaba, hacía sadismo, pero hacía todo eso porque era escritor. ¿Qué puedo hacer si soy escritor? Porque ojo, y hoy se lo decía a Bobby Flores en un reportaje por radio, para mí ser escritor no es Piglia, escritores son tipos como Symns que no viven de nada. Todo eso yo lo hacía para poder vivir. Porque para mí la vida siempre se dividió en drogas, sexo y literatura. Aunque te parezca raro, leer y escribir son dos cosas que si no las tengo no me interesa la vida. Las tres tienen la misma importancia. Tengo 42 años y me voy a morir a los 20. pero sin sexo y sin drogas tampoco me interesa la vida. A los 16 años era cadete y me miraban las mujeres y los hombres. Los hombres me tocaban el culo y las mujeres el bulto. 
- ¿Qué clase de cosas sádicas hacías? 
- Apagar cigarrillos en las tetas. Mojo el cigarrillo, queda la braza encendida pero el cigarrillo viene apagándose con la saliva que puse, cuando llega a la teta la mina o el tipo siente el calor y cuando se lo apago en el pezón ya está apagado. A mí me gusta coger y que cuando termine me duela la pija y los huevos. Hay gente que no sabe usar la violencia. En la homosexualidad hay que saber. El alcalde de Nueva Cork, cuando aparecieron los Black Bell Leaders, (una onda de cuero negro, el machismo gay, ya no eran maricas, a los europeos no les pegó nunca, pero a los yanquis sí), bueno, el alcalde tuvo que tomar medidas: aparecían muchos gays muertos por los zarpes sexuales, se les iba la mano a los putos cojiendo y ahí mandó una mano médica, una cartilla explicando cómo ser pesado pero sin dañarse. 
- Me hablabas que curtías también con mujeres… ¿existe entonces la famosa bisexualidad? 
- No, en absoluto. Existe la heterosexualidad y existe la homosexualidad. La bisexualidad es una cuestión totalmente cultural. A vos te puede gustar un pendejito de 12 o 13 años porque es casi como una nena. Pero te tiene que gustar un tipo de 40 años, peludo, grandote. A mí siempre me gustaron claramente los hombres pero nunca le dije “NO” a la mujer, porque para mí el sexo es casi franciscano, no en el estricto sentido religioso sino por un tema de hacer servicio. La gente que me conoce, mis amigos lo saben, si una mujer está caliente y me necesita me la cojo y lo hago por el franciscanismo. Yo preferiría que ella tuviera una pija en vez de una concha. La mujer que coje con un puto tiene la fantasía que no la vas a violar, que no la vas a usar. 
- ¿Sos violento en el sexo? 
- En absoluto. Nunca me copé con la onda violación. Por supuesto que me han pegado y he llevado a la gente a dolores muy fuertes. 
- ¿Nunca violaste ni forzaste? 
- No, soy un moralista. 
- Yo te tenía por un mal tipo, un corruptor bravo… 
- No, es por la fama de los pendejos. Claro que los pendejos me seducen pero los curto por seducción. Cuando trabajaba en televisión tenía los pendejitos de 15 que venían a proponerme coger para ver si entraban a la TV. La gente cree y le gusta la idea que para entrar ahí hay que coger. Tienen ganas de hacer ese sacrificio. 
- ¿Qué hiciste en televisión? 
- Siempre hice programas pelotudos desde Canela hasta Hiperhumor. Los hice para ganar plata. Hace tres años dije basta, nunca más. El problema es que odio la televisión, nunca veía y los tipos que laburan en TV no bancan eso. Me toleraban porque soy muy eficaz trabajando pero yo odiaba todo ese mundo, nunca me interesó… 
- Desconozco tu historia… 
- Mi familia era rica y mi viejo era un boludo que se peló. Vivíamos mal, sin agua caliente y yo tenía que ir a bañarme a la casa de mi abuelo. Mi viejo le fundió la fábrica a mi abuelo. Vivía en una casa con calle de tierra. Pero en verano me sacaban y me llevaban a Mar del Plata. Siempre trabajé de todo. Durante 10 años llevé gente a Bariloche, llevaba turistas. Desde los 18 años hice eso. Hasta los 18 fui cadete, me metía en los piringundines y me hacía coger por las putas. Yo iba por eso, pero también porque los tipos me tocaban la pija. Después también me los cojía. 
- ¿viviste en la miseria? 
- Nunca viví en la miseria porque siempre hice prostitución. Tenía clientes de mucha plata y aún hoy tengo amigos ricos. La ventaja que tenemos los homosexuales es que podemos trabajar la calle. Siempre tuve un buen cuerpo y resulté atractivo. Mis viejos, de pendejo, me metieron en esos clubes y yo hacía trapecio, barra, esas cosas. Lo raro es que si un hombre me toca la pija se me para, y si me la toca una mujer también. 
- ¿Pero te gustan o no te gustan las mujeres? 
- No, me gustan los hombres. Aunque los hombres tuvieran concha me acostaría con hombres antes que con una mujer. De la mujer siento el encanto, el encanto de una flor en un florero ¿por qué se me para? Porque si la mujer se copa conmigo me siento el mejor… 
- Me identifico con vos en el sexo y las drogas, pero escribir… 
- ¿Viste? Es cierto. Yo me veo escribiendo y me parece la imagen más desagradable, un tipo escribiendo es un pajero… 
- ¿Y entonces…? 
- Me acuerdo que en Ciudadela yo untaba bronce y aluminio en la quema, de eso vivíamos todos los pibes del barrio. Y en esa quema encontré un libro, no voy a decir qué libro es, para no perder la magia, pero ese tipo sabía mi vida, ¡Ese libro era mi vida!. El personaje hasta tenía una hermana que se la quería coger otro amigo y yo también tenía esa hermana y ese amigo y el tipo se había hecho amigo de otro tipo que lo adoraba y a mí me pasaba eso. ¡El autor hablaba de mi vida! Y en la quema nadie me hablaba como ese escritor. Entonces, te diría que escribo libros como ése que encontré, escribo literatura para gente de la quema, para pendejos como ése que era yo, ¿Vos sabés la cantidad de pendejos que andan con mi libro? A esos pibes nadie les habla, no tienen interlocutor ¿Sabés lo que debe ser que encuentren un libro de alguien que fue igual que ellos? Para ese pibe de 14 o 15v años, mi libro está vivo. De los 30 años para arriba, no me interesan los lectores. Me chupa un huevo y te soy sincero, si el libro gusta o no gusta, si es bueno o si es malo. Yo escribo parta unos cuantos pendejos. 
- Pero le debés haber tomado el gusto a la fama, por más pequeña que sea… 
- Claro que me gusta entrar a un boliche y que venga una minita y me diga: “Ay, llore con el final de tu libro”. Soy frívolo pero conozco la medida de eso. Cuando llego a la noche a casa busco mi droga, mi amante y un buen libro. 
- ¿Cuél es la mejor droga? 
- El LSD. Lo rechazan los que se tienen miedo. Yo coincido conmigo mismo. Cuando me voy a dormir, me voy yo. Yo leía a Epicuro y Epicuro me enseñó que el placer es posible todos los días. Todos los días peleo para que el placer sea más grande que el dolor. A veces digo “ando mal” porque disfruto andar mal, pero igual cojo y en la cama gozo con lo que se le ocurra a la otra persona… no es una habilidad, es una dedicación. 
- ¿Te gustó la obra de teatro que hicieron de tu texto “Marc, la sucia rata”? 
- Yo creo en la acción, Enrique. Si hay un montón de mediocres de no sé dónde y quieren caber la obra de algo que escribí pues que la hagan. Yo respeto mucho a Omar Chaban, a Omar Viola, a vos. Te defiendo donde voy. Si alguien te critica, le digo: “pero ustedes ¿qué hicieron?”. Enrique Symns hace una revista, Yo nunca la leo, pero la espío en la casa de algún amigo y encuentro alguien que ve el mundo como yo: si dos pendejos tiran a un viejo de un tren para sacarle el reloj, todos están con el viejo. Y Cerdos y Peces estaba con los pibes: “EL viejo es un hijo de puta por andar con el reloj”. Vos sos el tipo que das esa versión del mundo y yo te agradezco, aun cuando no te conociera. 
- Además de optimista te describís como si no sufrieras, ¿no tenés bajones? 
- Tremendo bajones, pero no los cultivo. Sé cual es la medida: si ando por la calle y veo gente y ni siquiera me la quiero coger entonces estoy muy mal. Aunque se haya muerto la persona mas querida, agarro y voy y cojo o me hago una paja y duermo bien. Me gusta el placer, me gusta morfar bien y tomar el mejor whisky y me gusta sentar mi culo en el avión y aparecer en Nueva Cork, soy feliz cuando entro a los casinos. Vivo bien y cuando vivo mal, escribo. 
- ¿Y todas las relaciones que tenés son satisfactorias? 
- Cuando no me la chupan bien, cuando siento que no me la chupan en serio, entonces no les doy lo que se merecen, la generosidad y el egoísmo son lo más importante en el acto sexual. Estoy viendo una concha y no me pasa nada, igual la miro y alimento las ganas, me doy maquina. Te tienen que hacer sentir grande. Yo estoy chupando una pija en un baño de un bar y al tipo lo hago sentir el macho de la tierra. Hay que evitar coger con los mezquinos. Los mezquinos son lo peor del mundo. 

Enrique Symns