Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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martes, 29 de julio de 2014

Querida Ana:

Pedro Inacio




Recuerdo que de niña no parabas de hacer tirabuzones cuando te ponías nerviosa con tu azabache cabello, largo, frondoso, ondulado, robusto....negro, tan negro que nos confundía en la noche aquellos juegos traviesos y divertidos en sombras chinescas. "Rudi"... ¿ recuerdas ?....

...enrollabas los dedos en esa selva de sueños por caminar. Y sonrías, siempre estabas riéndote. No parabas.

Eras la alegría de Fisterra.

Anoche desperté con tu voz chica, con la chispa de tu mirada, desperté y me ría solo. Pensé que estabas en el cuarto de al lado... que venías descalza y dando saltos, botando entre almohadas y cojines, me despertabas...

...pero siempre cuando venías yo ya estaba despierto.

Te miraba sentado en aquellas suaves sábanas azules y apoyado en los pósters y en el cabezal de libros gordotes y cómics.... te decía:

"Buenos días, siempre llegas tarde".

Y te morías de la risa.

Era uno de tus juegos favoritos a ver quien despierta a quien.

Pero siempre perdías.

Y te reías, te descongojabas de la risa, te desternillabas y la luz de mi habitación eran tus ojazos. También negros, vivarachos, pecosos y faro. El día empezaba siempre entre risas, legañas y suspiros. Tanto amor, tanta complicidad.

Anoche, Finisterre me dejó una pequeñísima piedrecilla. Casi una mota. El ratoncito Pérez se casó con el Rata de los Sueños.

Han pasado décadas.

Unas tres largas.

Y de nuevo ésta mañana tuve la misma sensación:

Te escuchaba acercarte descalza, canturreando, silbando, dando saltos y cuando llegabas a la puerta de mi habitación escuchaba como te parabas y como respirabas.

Me hacia el dormido. Y antes de que me tocaras. Abría los ojos y te decía: "Buenos días, siempre llegas tarde".

Aunque esta mañana, por primera vez, tú llegaste antes...

Han tenido que pasar muchos sueños, muchos caminos, casi una vida para que me despertaras tú: no primero, si no de los adentros.

Siempre harás tirabuzones y siempre sonreirás, estemos donde estemos, siempre te recordaré sonriendo.

Ahora, ya siempre llegas antes.








viernes, 25 de julio de 2014

Cuando la humildad se engalana de codicia, las penas se enmascaran de alegría.

Marcin Sacha






Levante.

No las palmas, no el ánimo, no al lucro, no a la veda, no a la deslealtad y a la traición.

Equivalencia.

Encriptamos la realidad para dar pie a la falacia y paso al egoísmo.

Arrogancia y pusilanimidad.

Dos caminos. Uno sigue recto en círculos de espiralesbucles y otro ataja donde se saja la humanidad dando rienda suelta a la atadura del fin justifica los medios.

Desidia.

Potagonista: Vómito principal entre bambalinas.

Escrúpulos.

Síntomas inequívocos donde la dignidad, la decencia y la honestidad se desangran por un puñado de piedras manchadas de leche sanguinolenta o de sangre lechosa. Al gusto.

Ditirambos.

Coro promiscuo donde el ciclo circadiano ansía fuste como diezmo y media hora de cortesía.

Necesidad.

Corta edad que durante los años pierde la noción del aire y el espacio.

Conticinio.

Conexión hasta el alba para alejar fantasmas y creerse el cuento de abolengo.

La ley del espejo.

Estrías y cicatrices maquilladas y retocadas para deleite de lo que se quiere entregar sin ser visto. Pomada espiritual que no quiere ver a la evidencia, camufla las trampas y acuchilla la promesa.

Calendario.

Hoja de fumar.

Boquilla.

Verborrea.

En la salud y en la enfermedad, en la alegrías y en las penas....

...en la ausencia del silencio se aleja la humildad.

La pena gorda con mucha árnica es saludable para la conciencia.

Como dicen los lugareños de la profundidad:

A rey muerto, rey puesto.

Como dice una una vieja canción:

No estoy "patí".

Y como los confesionarios sólo existen en la cárcel de nuestra mente y en la jaula de nuestro interior:

Cuando caes al fondo del vacío, sólo se escuchan los cantos de sirena y el tintineo de las monedas de Judas.

Hace un frío del copón.