Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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domingo, 30 de noviembre de 2014

Burdel King


Hermann Försterling



Untaba la carne picada en el adobe de El Dorado.

Hubo una época donde el carmesí era de ternilla dorada y sus alas quebrantahuesos, sus vuelos cortos, rasos, mordidos por el apego al vil... sugerían una armonía marmórea y una amabilidad pusilánime.... craso "h"error. Esa hache silla, cual cuchilla de trampas, cuchillo de dudosa moral y paupérrimos valores adolecía de unos tacones lejanos no por vertiginosos si no por sumamente pringosos, oleosos y putrefactos. Unos tacones maltrechos por todo aquello que reflejaba la ley del espejo obscuro, abisal y difuso. Profusa cárcel de gorgoritos archienrocados.

Cojeaba la silla, la paz y la gasa que supura la gran máscara falaz.

Estiró el tiempo para complacer los caprichos de la cohorte y languideció en el cementerio de su alma ya extinta, perdida, olvidada y concupiscente. Creía que el diezmo, procrea argucias, despista a Libra y amasa fortuna... y adobando carne picada, sucia y corroída; loncheando besos mentirosos, jadeos trucos y entre los muslos, huesos picantes de melocotones picados por la larva del diablo, envejecía más rápido de lo que creía al malnacer de cada alba rota.

Enfermaba a la voluptuosa baba del jabón y el mercadeo. La pastilla patina, la pátina empastilla.

El rouge pasión, nervios lacados de dosel castrado, de lujuria enmohecida y morbosos alaridos. Untaba la carne como cuando se hilvana el hilo de la nube a la gota, de la lluvia al charco, del suspiro...al olvido.

Y las muecas, la postura y el reflejo un cuarto de libra vespertina, rehogada de el aceite de la vida: aquella que licua el aire en gas... y almibara la verdadera vocación de la carnicera del alma, tramposa y embustera judía negra... ¿O era pan....? ¿U oveja...?

Untaba la carne picada en el alféizar, para que el frío friera almanaques de recuerdos furtivos y la luz dormitara como la duermevela trasiega para olvidar el sueño y conciliar la traición que el cuchillo ofende a la razón del corazón. Una rebanada al gusto. O un perrito ardiente, que la luna es mostaza y el vinagre el dulce merengue de la angostura.

Costuras: escondo el rosa para que el negro prevalezca. Rasuro: el vello, para que lo bello se pudra. Cronopios rayuelos y rayos de Cronos.

Dijon no es mostaza, es un filón.

Untaba y malvendía "All the young dudes", perjuraba cariño malcriado y de espaldas a la realidad de la verdad y la dignidad franqueó lo que las franquicias subastan en un concierto de Kustorica. Rien de rien. Poisson ? Poison ? Sea of Love de Cat, y el poder de las palabras que se levantan las faldas para que les compren las vergüenzas. Sin.

Untaba al defecar lo que vendía a bulto. A orzuelo de buen cubero. Y como una maquilladora de sentimientos y consentimientos convirtió todo lo que tocaba en las Ruinas de la reina de Salomón. Sodoma de luxe y Gomorra cándida's suite. Ardores en la nuca, picores en el vientre, olas huérfanas y mariposas decaídas. Vientos del Sur, que el norte te exilia de la veleta caprichosa y artificiosa.

Y así, mientras olvidaba la delgada línea azul, degeneraba en el agasaje comercial, conceptual... ese cúmulo nimbus que encharca lo que se quiere escuchar y no lo que se escucha de verdad.

Y es que el corazón opíparo y untado se engaña a diestro y siniestro.

La Untadora, convirtió su hogar en un burdel, su vida en una jaula y sus manos en una acuarela carnicera. Su alma enjoyada de humo y su fortuna, un felpudo de oropeles. El viento siempre se lleva esas huellas y los pasos pernoctan donde menos uno lo intuye... Armarios repletos de carne picada. Sus ojos adobados de bilis y su humildad antaña en un prurito (picazón, vamos...) en la palma de su descarnada existencia.

Una verdadera lástima, pero la vida, chica lista donde las haya, bien sabe que el delantal cuando el conticinio nos vela y abraza nos enreda en áquel monte perdido e íntimo, allá donde nos llevan los sueños y traen el gran perdón: a nosotros mismos. Mientras llega ese momentum la carne roja pierde epiteliales espirituales y sentimientos irrecuperables. Carne de plástico, postiza, ponzoña de tres al cuarto. Picadillo de entereza. Magro pésame.

Epitafio:

"Cuando la carne suena, carnes llegan."





 



El otro día una buena y leal amiga me comentaba que bajó la persiana de otro clasisita Burdel King.

Es filóloga y profesora de literatura. Es abundante en sus carnes, muy abundante. Tremendamente entrada y generosa. Es preciosa, parece finesa, noruega, eslava...y es una badalonesa de pura cepa.

Domina mejor las manos de la lengua y las nalgas de la sonrisa, que las Salinas de Pedro. Y mientras paseábamos por el monte de los gatos y Tiana, esa arista que presume de vistas, nos perdimos en la enredadera de aquellas callejuelas tan estiradas y opulentas. Que todos los burgueses, o casi todos, obvian: el silente crujir de las esquinas y las penumbras de los portales. Craso error. No hay mejor escondite que descender por la enredadera y arremolinarse ante la extraña y difusa semejanza de la aparicencia... ¿Me entiendes...?

Diluviaba. Parecía que Noé quería construir una hoja de muérdago y albahaca. Sibilino y cabrón.

Y los animales, ergo, nosotros mismos, despreciábamos subir a ese vaporeto que inunda los canales...de la comunciación, pues bien, en áquel enclave supino, mágico, discernimos sobre otro tipo de carnicería.

Se trata de una carnicería, de un tipo de entramado público, notorio, establecido: los dobles juegos, la infidelidad, la deslealtad, la traición, la apariencia, el consentimiento y el aguante histriónico del que dirán, ante lo que uno verdaderamente siente y desea y el no llevarlo acabo por miedo al institucionalizado: toca lo que toca. O virgencita que me quede como esté. Demoníacos y endemoniados trucos del alma.

Pues bien, Eslava aseveró que el verdadero poder, la jerarquía mental , el mi conciencia está tranquila por que hago lo que debo no mengua, ni mediatiza ni impulsos, ni deseos, ni fantasías. Que asumir con dignidad devota que todo nace, crece y muere es el eslabón perdido para el engranaje perfecto de una vida más feliz, tranquila y en paz. Que si bien, las costumbres, la rutina y el hartazgo soslayan los cimientos de aquello que institucionalmente llaman, pareja, matrimonio o acordeón; equilibrio y armonía de una vida "culturalmente" idílica existe una rémora, una muesca, una tremenda línea divisioria: Corazón/Razón.

La conferencia de ideas, el intercambio de pepinillos y cebolletas, de silogismos y silencios, adornó agridulcemente áquel ídilico contorno que difuminaba lo que sucedía por dentro y lo que retaba tras el campo de la carnal batalla.

Conclusión, a vuelo pluma: Haz siempre lo que te diga el corazón, y di siempre lo que te haga la razón. Asumirás perfectamente ser un/una Gran Cabrón. O un discípulo intransigente de Escipión.

El brete está ahí:

Sólo hay que asumir y llevar a cabo lo que sentimos de corazón y olvidar el por qué de las consecuencias. ¿O es al revés...? Quizás lo más auténtico es frágil y débil, o por contra, más bien, es sumamente férreo y sostenido. Como el Do de pecho. El de plexo vertiginoso y pentagrama uncido en látex seminal. Néctares rocambolescos.

Excusadme por el manifiesto, largo y dual, casi parlanchín y hormigueante, pero en éste alba de altas horas y bajos biorritmos, el desvelo es como un locuaz y tartaja lorito de picos pardos.

Tras muchas lentas lunas... por fin he superado el síndrome de Estocolmo.

Enderrocaron el último Burdel King que conocía.

Y a los demás, miel sobre hojuelas. Que el tiempo es ese caballero bien señoreado que siempre va en la lengua y siempre va mojado.... ¿Era así....?... ¿O quizás...no sé... ya no recuerdo?

Como diría la última carnicera con la que comí sushi:

"Cuando la carne suena, carnes llegan".

Lapidario.

Y sabroso. Natural. Puro. Lechal.

Prefiero comer una pizca de carne magra al aire libre, que un cuento de abolengo en el Burdel King.






16 comentarios:

  1. Peazo de comilona Icaro. El manjar de la vida. Saludos

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=aW85s8wX1LE


    Prefiero comer una pizca de carne magra al aire libre, que un cuento de abolengo en el Burdel King.

    Precioso, cielo. Hermoso escrito

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  3. Tanta belleza escrita desde el horror. Tanta que hubo en algun párrafo que sentí escalofríos. Genia, Ícaro, te seguiré. Desde Valparaíso, Chile, saludos y enhorabuena

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    1. Don Vicente Huidobro posee esa belleza que nace del horror. Cambió mi vida. Y mi Norte, mi Sur, ahora son el camino quasi perfecto, recto y entregado. Un placer. Uno de mis sueños, visitar su país. Suerte en la vida

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  4. Lo he leido tres o cuatro veces. Me ha chocado como el power de la palabra toca cuando se siente. Increible entrada. Kiss pianista

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  5. Respuestas
    1. La "otra" Marilyn, sin oxigenar.

      https://www.youtube.com/watch?v=e-AmY2luwZM


      Sotosombras iluminaty's


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  6. Puzzle soul, Icaro. Rogue beauty. A hug

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  7. Genial. Sé de que hablas....

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