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martes, 2 de abril de 2013

La puerta es el respeto

Fotografía: Andy Prokh





La puerta es el respeto.

No hay nada más frágil que una bisagra.

Ni algo tan liviano como el barniz de la piel.

No hay nadie en el umbral.

Y todos en el dintel.

Chirrían los dientes de las jambas.

Y el alféizar, tontorrón, se desmorona.

La puerta es el respeto.

De fuera a adentro.

Y desde dentro, hacia afuera.

El faldón se acicala terso, latiente.

Y el tímpano se cruza.

El corazón se escupe.

El beso de Judas.

El grito de Munch.

La risa de los Marx.

El jadeo del jaleo.

El gemido más temido.

Y la parafernalia se ralentiza.

El teatro de los sueños pierde peso.

Y la fé se engorda de bambalinas circenses.

La puerta es el respeto, dice esa mujer

y nace el hombre que se ahoga con el rabo de la manzana.

La puerta es el respeto, dice ese hombre

y muere la mujer de la divina comedia.

Dante masculla.

Y Alejandro se zampa Troya.

Mascagni tropieza.

Once suman dos.

El uno se funde.

La puerta es el respeto.

Cierto.

Tan cierto, como que aquella caverna de monstruos desvirga

a María del santo pecado.

Cierto.

Tan cierto, como áquel monstruo de celofán

deambulando sobre la cáscara de nueces... dejándose llevar, traer.

La puerta es el respeto.

De acuerdo.

Cierto.

Como que la lealtad, la honestidad y la fidelidad no deberían maquillarse.

Alardear las pestañas, ni la pitera encandilar.

La puerta es el respeto.

Como la pendiente de los lóbulos, y los pendientes

del hojal desmemoriado.

Y aquella serenata, como una turbia nana se amilana, se descuerda, trampea y

se jacta himno, cantinela o tarareo.

La puerta es el respeto.

Pero nunca debería ser una frontera.

Jamás la saña de aquellas palabras que hacen 

gárgaras con todas tus lágrimas.....














4 comentarios:

  1. La puerta es el respeto… Estoy contigo, de todo y TODOS, sin que signifique un muro por derribar.

    Un poema híbrido, clasicista e innovador tanto en forma como en intercalar lo prohibido con lo autorizado, lo simple con lo complejo.

    Ícaro, has hecho un trabajo cuasi perfecto. Ann@

    PD. Lo del "cuasi" para que no me llames pelotilla. Jejejeee...

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  2. Es perfecta. Esa puerta. Sería la mejor de lo mejor. Precioso

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  3. La puerta no debería serlo. No habría que materializar lo que debería nacer del corazón. Porque lo que no nace entonces se crea, se inventa y se construye, se pide y se exige.
    No más puertas ni pestillos ni cerrojos...

    H.a.c!!!

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  4. Me ha encantado. Buen blog música, cine, poesía y latidos

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