Los cuatro puntos cardinales son tres: el Norte y el Sur.

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martes, 2 de septiembre de 2014

La última manzana azul





Aquatic Badger








Acababa de cerrar la puerta.

Y algo extraño se quedó impregnado en aquellas toallas empapadas de letanía, de esta historia que repetidamente compra efímeras sesiones de sentidos distendidos y cuerpos desconocidos. Entre sus cuatro paredes la alcoba acababa de adorar el segundo RIP soñado.

Se había consumado.

Pero a diferencia del primero, volverán a abrirse las puertas. Repetidamente. Seguro que bien pronto el rojo fraguará. Y a pelo los nombres desnudarán sus corazas. Los hombres sus garzas.

Perdía el Sur y ella supo entender que el tiempo comprado a veces es una trampa para los amantes que se alejan del contrato sellado de las miradas. Del tic tac que acaba por olvidarse.


De las olas que ya no mesan.

Este juego del santo Sutsua, no deja de ser un ajedrez diabólico sin piezas, sin fin. Empieza la primera vez como el desahogo, la traición, el arranque, la tentación o el desaire. Sigue teatralizando las fantasías y lo que la rutina de la consentida costumbre pertoca. La afición no se entrena, se apiada. Y cuando quieres romper la espiral de lo que la monacal vida olvida a conciencia, sientes que algo te falta.

Mientras mi vida tuvo bucle, siempre fuí fiel de obras que no de actos. Y ahora que desde hace dos ratos mi vida es dueña de si misma, soy leal a tertulias y clases de recuperación de antiguas y guturales asignaturas pendientes.

Ella era la última.

Y al tomar el ascensor, cuando me miraba al espejo que me subía de los infiernos. No dejaba de preguntarme: ¿Hasta dónde quieres llegar?, no quería sentir: Hasta donde vas a llegar.

Salí a la calle y el paseo fue demasiado eterno, de esquina a inconsciencia, de cinco minutos a tres horas a la redonda.


Las calles están desnudas. Se visten por los pasos.


Los cuerpos yelmos de miedos se fuman en el teatro de la vida o de la malavida su propia conciencia.


Hay quien elige pudrirse a sí mismo.


Y hay quien extirpa la última manzana azul.













4 comentarios:

  1. Maravilloso Icaro. " Hay quien elige pudrirse a sí mismo.

    Y hay quien extirpa la última manzana azul" precioso y real

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  2. Hola Icaro te he enviado por correo una propuesta sobre taller de literatura gráfica y simbolismo. Saludos, me ha impactado la entrada de Melpómene.

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  3. Delicioso Blog Icaro y terribles letras desde la manzana

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