Nacen esquinas en el cuenco de las manos, y suspiros en la oquedad de la perenne plenitud.
Dejé, atrás, allá dónde los sueños nos llevan tardes de lastre y cartónpiedra, hojalata maquiavélica, para creer y sentir que la realidad es el sueño de compartir el futuro más presente, con la auténtica sangre que nos alimenta: el dar sin esperar nada a cambio. Y me aplico, tomo para vivir sólo lo puro, y para vivirla sólo lo necesario.
Como las patatas de la abuela.... ajo, laurel y amor, mucho amor. Y de esa receta, las hormigax crecen al son de la sombra del barro, las manos.
Gracias, por ser y estar, ojazos.
Si es que no se necesita mucho para ser feliz, de a veces basta un suspiro, una sonrisa y la mirada de un pestañeo negri-verde basta para entender que las miradas pueden pronunciar aquello que las palabras no atinan a explicar.
ResponderEliminarT.a.c.t.m.a
Un suspiro, una sonrisa, un pestañeo.... Cruzar el Danubio londinense, almorzar piedras, rozar la pura rosa y despertar al ronroneo de un oso que empapela la habitación hexagonal. La tortilla de paté, un damero sin cascos, un paseo por Córcega y un bosque de pelusas.... inputs, retazos, acordes y el maravilloso arpegio cuando al final nos sonamos....
EliminarLA STRADA THEME + SUITE w. FILM POSTERS - Good arrangement.
Elmqmhpelv